Spain--Rezar no es suficiente: el Arzobispo de Granada tiene que tomar acciones concretas para proteger a la infancia.

Rezar no es suficiente: el Arzobispo de Granada tiene que tomar acciones concretas para proteger a la infancia.

El Arzobispo debe buscar activamente otras posibles víctimas y suspender de sus puestos a todos aquellos que estén implicados en el crimen.

Comunicado de prensa por Miguel Hurtado +44 (0)7 787 63 82 45 [email protected]

Las acciones simbólicas pueden tranquilizar conciencias pero no protegen a los niños. Solo los hechos concretos protegen a los menores.  El Arzobispo de Granada Francisco Javier Martínez debe alentar y animar a toda persona que haya sido víctima, testigo o sospechado conductas delictivas en su diócesis para que comuniquen a la policía lo sucedido, no a las autoridades eclesiásticas.

http://edition.cnn.com/2014/11/24/world/europe/spain-sexual-abuse-priest-arrests/  

El Sr. Martínez debería ir a todas las Iglesias donde los acusados han trabajado y alentar a sus empleados y feligreses para que pongan en conocimiento de la policía cualquier información que tengan sobre posibles abusos a menores.  Debería explicar con compasión y caridad cristiana a todas las posibles víctimas que el abuso es siempre culpa del abusador y no del niño y que con apoyo y ayuda la sanación es posible. Debería animar a los padres cristianos de su diócesis a que, aunque sea un tema difícil de abordar, tengan conversaciones honestas en sus hogares con sus hijos, para que los niños aprendan que los abusos a menores no son un secreto.

El Arzobispo debe suspender a todo sacerdote, Obispo, seminarista, diácono, profesor de religión o cualquier otro empleado  de su diócesis que haya sido acusado creíblemente o haya encubierto abusos sexuales a menores. Debería inmediatamente y sin dilación denunciarlos en comisaría y asegurarse que todas las potenciales pruebas y documentos incriminatorios sean entregadas a la policía.

El Sr. Martínez debería informar a sus feligreses y a la ciudadanía si retira o traslada de su puesto a un sacerdote o empleado de su diócesis que ha sido acusado de abusos a menores.

El Arzobispo de Granada debería estar dispuesto a buscar debajo de las piedras para encontrar a todas las posibles víctimas en su diócesis. Debería promover un clima de transparencia donde se anime a todos sus feligreses a hablar abiertamente sobre los abusos a menores. No debería esperar a que la policía descubra la verdad sino que debería utilizar todos los recursos de su diócesis para cooperar con la policía para que todos aquellos que hayan estado implicados en este tipo de crimen sean encarcelados lo antes posible. El Sr. Martínez debería utilizar las páginas web y  hojas parroquiales y diocesanas para animar a sus feligreses a comuniquen a la policía toda la información que tengan sobre posibles abusos a menores. El Arzobispo de Granada debe demostrar que bajo su mandato no se va a tolerar ni consentir violencia sexual de ningún tipo y mucho menos contra las ovejas más débiles y vulnerables de su rebaño, los niños.

Las dos víctimas que han hablado deberían ser alabadas. Se han comportado como héroes al tener la valentía de denunciar los crímenes que han sufrido. El mal triunfa cuando las buenas personas no dicen nada. La violencia sexual florece en un clima de secretismo y silencio.  Otros niños permanecen en riesgo mientras siga en vigor la cultura de la Omerta . Cuando la violencia sexual es expuesta públicamente las víctimas comienzan a sanar.

Ahora más que nunca cualquier ciudadano que tenga información valiosa debe ponerse en contacto con la policía, no con las autoridades eclesiásticas.  El Arzobispo de Granada debería dejar meridianamente claro que es el deber cívico y Cristiano de todo católico colaborar con la policía para esclarecer un delito. Debe explicar que encubrir la violencia sexual contra menores no sólo es un delito sino un grave pecado. Es el tipo de liderazgo que puede cambiar las cosas. Es lo que el Sr. Martínez debe hacer inmediatamente. Es lo que Jesucristo hubiera hecho.  

 (SNAP, the Survivors Network of those Abused by Priests, is the world’s oldest and largest support group for clergy abuse victims. We’ve been around for 25 years and have more than 20,000 members. Despite the word “priest” in our title, we have members who were molested by religious figures of all denominations, including nuns, rabbis, bishops, and Protestant ministers. Our website is SNAPnetwork.org)

Contact - David Clohessy +1 314-566-9790, [email protected], Barbara Dorris +1 314-503-0003, [email protected], Barbara Blaine +1 312-399-4747, [email protected]; Miguel Hurtado of the U.K/Spain, SNAP leader (+44 7787 638245, [email protected]

     

  

 

 

    

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